El primer paso de Rebeca y Pablo para empezar a organizar su boda fué venir a vernos. La antelación es clave y tenían muy claro que necesitaban un buen profesional de la fotografía de bodas. Se habían informado sobre nuestro trabajo y no lo dudaron.

Para nosotros ha sido un gusto que nos confiaran su reportaje de boda. Lo cierto es que han sido todo un ejemplo de organización que, acompañada de un exquisito gusto por los detalles, dió como resultado una de las ceremonias más increíbles que hemos fotografiado.

En cada reportaje de boda que realizamos, ponemos siempre nuestra alma. Ejercemos de fotógrafos de boda de forma meticulosa porque sabemos la responsabilidad que tenemos en uno de los días más decisivos de una pareja. Pero hay bodas que son un regalo para los que nos dedicamos a la captura de la imagen y los detalles, y esta ha sido un perfecto ejemplo de ello.

La ceremonia 

La emotiva ceremonia tuvo lugar en la Iglesia de Santa María, en Baiona, que esperaba a los novios como un castillo medieval en un día de temperatura y clima perfectos.

Pablo estaba increíble y rebosaba felicidad, pero la novia, Rebeca… Cuando la vimos bajar del precioso Citroen que la dejó en la puerta con su fabuloso vestido de Pronovias... Tenemos que reconocer que casi se nos escapan las lágrimas ¡estaba espectacular!

La fiesta de después

El convite a sus invitados lo celebraron en el mágico Parador de Baiona, un espectacular edificio con unos jardines de ensueño en los que se aunaron las pasiones y los orígenes tanto de los novios como de sus invitados. 

Con las preciosas Cíes atestiguando el momento, Rebeca nos regaló a todos unos instantes irrepetibles saliendo a bailar, elegante y delicada, con un imponente caballo cordobés. 

Hemos disfrutado muchísimo realizando vuestro reportaje de boda, chicos. ¡Os deseamos toda la felicidad del mundo en vuestra vida juntos!